Por Omar Osorio
El planeta enfrenta una crisis sin precedentes. Con un aumento global promedio de la temperatura de 1.6°C, niveles históricos de 424 ppm de CO₂ y la transgresión de 6 de los 9 límites planetarios, la estabilidad ecológica, económica y social está en riesgo. Desde la década de 1970, estudios como el Global Footprint han advertido que la humanidad opera en un "déficit ambiental", agotando los recursos naturales a un ritmo superior a la capacidad del planeta para regenerarlos. Este déficit acumulado durante más de 50 años se está acelerando, exacerbando la crisis global. En este contexto, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2025-2030 debe transformarse en un Plan Nacional de Desarrollo Regenerativo (PNDR), cuyo eje central sea la regeneración ecológica, social y económica. Este enfoque va más allá de la sostenibilidad, abogando por la restauración activa de los sistemas naturales, sociales y económicos que sostienen la vida. En lugar de solo mitigar los impactos del desarrollo, el PNDR tiene como objetivo regenerar lo que se ha dañado, reconociendo la interdependencia entre las personas y su entorno, y la necesidad de restaurar los ecosistemas, las comunidades y las economías. A solo cinco años de cumplir con la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), esta visión regenerativa es crucial para alinear las políticas nacionales con los compromisos internacionales, proponiendo una transición desde el concepto de Desarrollo Sostenible hacia uno Regenerativo, que priorice la restauración activa y a largo plazo. Como parte de este enfoque, reposicionar "HECHO EN MÉXICO" como símbolo de sostenibilidad regenerativa se presenta como una respuesta fundamental. Este sello debe ser sinónimo de productos y servicios que no solo cumplan con los más altos estándares de calidad, sino que contribuyan activamente a la regeneración de los recursos naturales. Promover prácticas regenerativas en la producción nacional no solo refuerza la soberanía económica, sino que también impulsa un modelo de desarrollo más justo, equitativo y regenerativo para todos los mexicanos. Gobernanza con Justicia y Participación Ciudadana La gobernanza debe basarse en principios de justicia y participación ciudadana, integrando los valores de regeneración ambiental, social y económica. La transparencia, la rendición de cuentas y la participación activa son fundamentales para gestionar los recursos naturales de manera que prioricen su regeneración, garantizando un futuro para las generaciones venideras. La regeneración de los ecosistemas y de las estructuras sociales y económicas es un pilar de la justicia social, fomentando un pacto intergeneracional por la regeneración. Desarrollo con Bienestar y Humanismo El desarrollo debe redefinirse en términos de bienestar y humanismo, colocando la regeneración en el centro del bienestar social y comunitario. Esto implica un modelo de vida que no solo respete, sino que también restaure y proteja los recursos naturales, las relaciones humanas y las estructuras económicas, fortaleciendo la resiliencia de las comunidades frente a los retos climáticos y socioeconómicos. Con un enfoque regenerativo, los mexicanos no tendrían que emigrar en busca de mejores oportunidades, ya que el desarrollo local garantizaría empleo, seguridad y calidad de vida para todos. Economía Moral y Trabajo La economía y el trabajo deben evolucionar hacia un modelo regenerativo que impulse cadenas productivas autosuficientes y sostenibles. Este enfoque buscará reducir la dependencia externa, fomentar un consumo responsable y garantizar la autonomía económica del país. Al fortalecer la economía local mediante prácticas regenerativas, México podrá liderar en innovación sostenible, construyendo una bioeconomía circular que refuerce la soberanía nacional. Este fortalecimiento económico es clave para la paz social y la seguridad, generando oportunidades equitativas para todos los ciudadanos. Desarrollo Regenerativo El concepto de Desarrollo Sustentable es una base que ha sido clave para el progreso, pero ahora debe evolucionar hacia un Desarrollo Regenerativo que no solo busque la sostenibilidad, sino la restauración activa de todos los aspectos del ecosistema: los recursos naturales, las relaciones sociales y la estructura económica. El Desarrollo Regenerativo propone un enfoque holístico, en el que la restauración activa de los ecosistemas, la regeneración de la cohesión social y la reconfiguración de la economía sean el motor central del cambio. Es un modelo que no solo mitiga los daños, sino que actúa de forma proactiva para regenerar y revitalizar los recursos agotados. Este enfoque será clave para hacer frente a los retos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y las inequidades sociales. Implementación: Internalización de la Visión Regenerativa y Estrategia de Comunicación Para que el Plan Nacional de Desarrollo Regenerativo (PNDR) sea realmente efectivo, es necesario dos pasos fundamentales:
Con la mejor de las intenciones aportando a las ideas del PND y deseando lo mejor para nuestro país y la administración de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. El autor es Director y Publisher de www.carbonoblanco.org El sistema de eliminación y captura permanente de Carbono inorgánico más eficiente del mundo.
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Dr. Anatole Roger Mauvois GuitteaudGeólogo, PhD Archivos
January 2025
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