Reflexión sobre la responsabilidad compartida de los países con zonas económicas exclusivas (ZEE). Se trata de asumir la gestión de la sedimentación carbonatada en todos los mares y océanos de este planeta a fin de revertir, en la medida de lo posible, el deterioro explosivo registrado en los últimos 50 años, ya que este proceso de la naturaleza capturaba, en todo el planeta, 1.8 giga-toneladas por año de CO2 a lo largo del último millón de años y se redujo bruscamente a la mitad en los 50 últimos, acumulando un déficit total de captura de 45 giga-toneladas de CO2, que en gran medida queda atrapado en los océanos del planeta. De cruzarnos las manos, se perderá definitivamente, en menos tiempo todavía (en menos de 50 años), la capacidad que nos queda de sedimentación carbonatada en los océanos y particularmente, en los mares tropicales; lo que no sucedió ni con el tremendo golpe repentino del meteorito de Chicxulub, en el limite entre el mesozoico y el cenozoico. Vivimos dentro de una explosión, peor que la que aniquilo a los dinosaurios. La del humano. Llamado a la acción, primero, en las zonas económicas exclusivas. Las ZEE de cada país están bajo su entera responsabilidad, esto sobre todo del punto de vista ambiental, mucho más allá de los limites de las escasas áreas de protección en los litorales marítimos, cuando las hay. Un objetivo prioritario de la humanidad debe ser el lograr urgentemente la gestión del déficit de más de 90 Gt de sedimentación carbonatada responsable, en primera instancia, de la acidificación de mares y océanos y de su incapacidad, por saturación, de absorber más dióxido de carbono de la atmósfera. Se trata de poner bajo protección emergente todas las ZEE del planeta, favoreciendo la urgente regeneración de las más efectivas formas de sedimentación carbonatada e incentivando formas artificiales de incremento de la intensidad de esta sedimentación. Se recomienda establecer la máxima prioridad de estas medidas en las áreas que presentaron altas tasas de sedimentación de carbonatos en el último millón de años, particularmente en las que desarrollaron arrecifes de coral que se encuentran fuertemente afectados en los últimos 50 años. Esta protección emergente incluye el control y adecuación de todas las formas de acción directa o indirecta de las comunidades ribereñas, de todos los contextos del transporte marítimo, de todos los ámbitos de la pesca y del turismo, de todas las formas en las que los plásticos, agroquímicos, los derrames petroleros y otros desechos continentales llegan al mar. Esta protección incluye también el monitoreo, control y mitigación de los factores físico-químicos que influyen en el masivo deterioro de las condiciones de supervivencia de los ecosistemas que anidan a la biota generadora de sedimentación carbonatada biogénica. Las grandes ZEE del mundo Las diez primeras potencias marítimas del mundo son responsables en sus ZEE de 1/5 de los 360 millones de km2 de los mares y océanos del planeta Tierra, del orden de 70 millones de km2 de estas; tres de ellas (USA, Francia y Reino Unido) exponen y asumen, notoriamente, la clara extraterritorialidad de la mayoría de estas superficies marinas, como reflejo de la herencia colonial o imperial. Las subsiguientes 15 cubren 1/10 de este total de 360 millones de kilómetros cuadrados con cerca de 34,500,000 km2. En total, 25 países del planeta ejercen su exclusividad sobre 1/3 parte de mares y océanos en la cantidad de 105 millones de km2. Acerca de los “pequeños” estados insulares. Entre estos países destacan “pequeños” estados insulares subtropicales por su fragilidad que pone en riesgo su misma existencia. Son en su mayoría tierras nacidas del arrecife, del mismo mar. Kiribati y Micronesia rebasan, cada uno, superficies marinas de más de 3 millones de kilómetros cuadrados. Papua-Nueva Guinea y las Islas Marshall rebasan superficies marítimas de 2 millones de km2; Islas Salomón, Seychelles y Fiyi, cada uno, rebasan el millón de km2. Es tarea fundamental de estos países isleños gestionar los recursos necesarios para los fines de protección, recuperación, florecimiento de los ecosistemas marinos incluidos en toda la extensión de sus ZEE, sobre la base de la importancia planetaria de la sedimentación carbonatada que ocurre en sus mares y de la importancia para ellos mismos de revertir la acumulación del déficit de sedimentación carbonatada que ocurre en sus mismas aguas ayudando en gran medida a mitigar los principales efectos del cambio climático como lo es la elevación del nivel del mar que los afecta en primera instancia. Entre los siete, suman mucho más de 15 millones de km2: es todo un poder mundial. Sobre esta base, la obtención de recursos del mercado mundial de carbono para incentivar la sedimentación carbonatada puede ser una fuente de insumos más redituable y efectiva para el planeta, que el involucramiento de todos los bosques tropicales del mundo en este mercado mundial. Carbono Blanco y las ZEE. Asumiendo que durante el cuaternario, el ultimo millón y medio de años, la tasa promedio de sedimentación carbonatada alcanzo 1.14 gr/cm2/1000 años, lo que se traduce en la captura de 1.76 Gt de CO2 por año. Si, además, se reconoce que esta tasa cayo a la mitad en los últimos 50 años, por merma en la sedimentación carbonatada en los ecosistemas marinos, y que en este plazo se acumuló un déficit total de 50 veces del déficit anual de sedimentación carbonatada; estos 25 países, en 50 años, son responsables, en conjunto, de la acumulación de cerca de, por lo menos, 15 Gt de CO2 en los mares y océanos del planeta por acción y/u omisión y consecuentemente de la creciente acidificación de los océanos. A la vez, deben, por lo menos, garantizar en conjunto la captura de 0.3 Gt de CO2 que aún se realiza anualmente en las aguas de sus ZEE mediante la sedimentación carbonatada. Poner estos objetivos en las agendas de los organismos internacionales preocupados por la salud del planeta y en particular de los océanos debería ser la gran prioridad. Ocean Panel y AOSIS deberían ser los primeros en enarbolarlos. Por el bien superior de la humanidad y el derecho a la supervivencia, se debe insistir en la urgente declaratoria de utilidad universal de zonas de protección y restitución de la sedimentación carbonatada en todas sus formas en todas las ZEE del planeta, en particular en las 25 más extensas. A esta intención relativamente pasiva de enfrentar la problemática de la merma secular de la sedimentación carbonatada, debemos añadir otra intención proactiva capaz de revertir la actual tendencia e incrementar las tasas actuales mermadas y debilitadas mediante la regeneración y multiplicación masiva artificial de las condiciones naturales: una especie de sedimentación carbonatada global asistida. “Carbono Blanco” fuera de las ZEE Son enormes extensiones las aguas internacionales en las que todavía se mantienen altas tasas de sedimentación carbonatada. Dejar estas áreas fuera de un cuidado especial anularía la intención de contener o revertir la merma explosiva de las tasas de sedimentación biogénica de carbonatos. Debería ser una responsabilidad prioritaria de las Naciones Unidas tomar bajo su cuidado de alguna forma la sedimentación carbonatada de las aguas internacionales fuera de la jurisdicción de las ZEE.
2 Comentarios
11/15/2022 01:57:58 am
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Dr. Anatole Roger Mauvois GuitteaudGeólogo, PhD Archivos
Octubre 2023
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